formas en que la inteligencia artificial en la fabricación de alimentos está cambiando la industria para mejor

 Al igual que en muchos sectores, la inteligencia artificial (IA) está haciendo furor en el mundo de la alimentación y las bebidas. Cada vez más organizaciones del sector reconocen el potencial de la IA para impulsar una mayor eficiencia y beneficios, reducir el despilfarro y ofrecer protección contra las interrupciones de la cadena de suministro. Todo forma parte de lo que se conoce como Industria 4.0: la creciente aparición de tecnología inteligente como la IA en sectores tradicionales como el de la alimentación y las bebidas procesado de alimentos.

Por "IA" nos referimos simplemente a la maquinaria y las tecnologías utilizadas para llevar a cabo tareas complejas que antes requerían el pensamiento humano para completarse. La IA en la industria alimentaria comprende una serie de tecnologías, desde la robótica hasta el aprendizaje automático. A continuación, presentamos cinco formas en las que la IA está transformando el sector de la alimentación y las bebidas para mejor:

1. Desarrollar nuevas recetas guiadas por las tendencias de los consumidores

Todos los fabricantes de alimentos saben que deben buscar constantemente nuevas formas de actualizar sus líneas de productos para seguir siendo relevantes y aprovechar nuevas fuentes de ingresos. Mientras que esto ha tomado tradicionalmente la forma de encuestas y adaptación a las tendencias emergentes, la IA ofrece a las empresas la oportunidad de predecir las preferencias de sus clientes.

Mediante el análisis de enormes cantidades de datos sobre los patrones de venta y las preferencias de sabor de cada grupo demográfico, los fabricantes pueden ahora modelar las tendencias futuras y desarrollar nuevos productos para aprovecharlas más rápidamente. La IA también se está utilizando para permitir a los consumidores un mayor grado de personalización en los productos que compran. Este avance no sólo identifica cuáles son las combinaciones de sabores más populares, sino que hace que el proceso de desarrollo de productos sea más corto y menos costoso, ayudando a las empresas a sacar sus nuevos productos al mercado más rápidamente y con menos pruebas y errores.

2. Mejor gestión de la cadena de suministro

Ser capaz de gestionar las cadenas de suministro con eficacia es una de las principales prioridades para los fabricantes de alimentos. Las empresas a la vanguardia están utilizando ahora algoritmos basados en redes neuronales artificiales para supervisar los envíos en cada etapa de la cadena de suministro, mejorando los estándares de seguridad alimentaria y permitiendo una total transparencia.

La IA en la industria alimentaria también es capaz de crear previsiones precisas para gestionar el inventario y los precios. Este tipo de análisis predictivo ayuda a las empresas alimentarias a ir un paso por delante, permitiéndoles evitar pérdidas y costes innecesarios. Las cadenas de suministro de alimentos modernas son más complejas y fragmentadas que nunca, pero la IA permite a las empresas obtener una mejor visión general, mejorando en última instancia su capacidad para aumentar los ingresos.

3. Un proceso de limpieza más eficiente

Todos los equipos y la maquinaria que intervienen en la producción de alimentos deben limpiarse según los estándares más rigurosos. Esto no es sólo para evitar la contaminación de los alimentos con patógenos, sino para prevenir la contaminación cruzada de alérgenos. Por desgracia, esto tiene un coste, tanto en tiempo como en dinero.

Una innovadora tecnología de IA está empezando a cambiar esta situación. Desarrollada por la Universidad de Nottingham, un sistema de auto-optimización de la limpieza en el lugar (SOCIP, por sus siglas en inglés) utiliza imágenes ópticas de fluorescencia y sensores ultrasónicos para escanear los restos de alimentos que quedan en la maquinaria después de su uso. Esto permite un proceso de limpieza más optimizado, en el que la cantidad de agua necesaria se reduce entre un 20 y un 40% y el tiempo de limpieza se reduce en un 50%, porque ya no es necesario desmontar los equipos.

4. Líneas de producción más higiénicas 

Las infracciones de la seguridad alimentaria pueden ser increíblemente costosas para los fabricantes de alimentos. Tanto en términos de multas (en el peor de los casos, las sanciones pueden ser millonarias) como en el daño a la reputación asociado a una mala salud y seguridad. La IA en la fabricación de alimentos está reduciendo el riesgo de tales infracciones de varias maneras. 

Cuantas más partes del proceso de producción de alimentos puedan ser tratadas por robots, menos probable será que los productos se contaminen con patógenos. Los robots no sólo pueden ser más rápidos y eficaces que los trabajadores humanos, sino que también pueden ser completamente estériles. Sin embargo, para las tareas más complejas, se necesita inteligencia artificial para que estos robots puedan realizar físicamente sus tareas y responder a los cambios de forma similar a como lo haría un humano.

La IA también puede utilizarse para aumentar la limpieza de la mano de obra humana de un fabricante. Las tecnologías de reconocimiento facial y de objetos se están utilizando para comprobar si se siguen los protocolos de higiene. Por ejemplo, en los casos en los que se descuidan las prácticas de producción correctas o no se llevan los elementos de EPI, estos sistemas habilitados por la IA los señalarán, lo que permitirá a las empresas mantener un control más estricto de la higiene en las instalaciones.

5. Clasificación de alimentos

La clasificación de los alimentos es un proceso laborioso y que requiere mucho tiempo, que ralentiza la línea de producción y exige el empleo de muchos miembros del personal. Esto es especialmente cierto cuando se trata de la clasificación de productos frescos, ya que los clasificadores humanos se encargan de eliminar todas las unidades que no alcanzan el nivel requerido para la venta.